Historia de la constelación de Sagitario

Sagitario o el arquero es una espectacular constelación de unos 700º cuadrados situada en el hemisferio sur observable desde casi todo el planeta, pero lógicamente en el hemisferio sur podemos contemplarla en su máximo esplendor. En el hemisferio sur es observable durante los meses de otoño, invierno y primavera; en cambio para los habitantes del hemisferio norte es observable durante las cálidas noches de verano a baja altura sobre el horizonte.

La constelación de Sagitario tiene la particularidad de que el ecuador de la Vía Láctea cruza la constelación en dos partes. Además el centro de nuestra galaxia está en el sureste de la misma, el núcleo de la Vía Láctea (nombre que recibe nuestra galaxia) se halla a 30.000 años luz del Sol, por tanto, si miramos hacia esta constelación, gracias a su cercanía con el centro de la galaxia, podemos llegar a ver su núcleo y una gran cantidad de cúmulos y campos riquísimos de estrellas.

La forma de la constelación no se asemeja a un arquero, aunque hay que tener una cierta originalidad para poder distinguirla, más bien, tiene forma de tetera.

Sagittarius

Historia mitológica de la constelación

Sagitario, desde la mitología, esta constelación es la imagen del centauro Quirón, un ser que se distinguía de los demás por su sabiduría y conocimientos. Nació de los amores entre Cronos y la ninfa Filira, y tenía la extraña forma de mitad hombre, mitad caballo, porque su padre tuvo que convertirse en caballo para engendrarlo. Según la leyenda, su madre al ver que había engendrado un monstruo rogó a los dioses que la transformaran, siendo convertida en tilo (un árbol).

Quirón fue enseñado por Apolo y Artemisa en el arte de la medicina y la caza, estableciendo una consulta en una gruta y sus discípulos fueron numerosos: Cástor, Pollux, Ulises, etc. En el transcurso de un combate fue herido por una flecha empapada en la sangre de la Hidra Lerna, lo que le produjo terribles dolores. Puesto que era inmortal, no quiso seguir viviendo con una perpetua agonía, por lo que con el consentimiento de los dioses ofreció su inmortalidad a Prometeo, muriendo poco después. Zeus lo puso entre los astros del cielo constituyendo la constelación de Sagitario (el Arquero).

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