Os traigo un grabado de finales del siglo XIX sobre el hermoso cometa Donati, que fue visto en toda Europa en 1858. La escena muestra el cometa en la ciudad de París coronando la iglesia de Notre Dame con sus dos grandes colas, que le hicieron merecedor del apelativo «La Espiga de Oro».
Se le considera uno de los cometas más bellos de la historia.
