La estrella Tau Ceti – El espejo del Sol

En la constelación de la Ballena no hay aparentemente nada especial, puesto que esta constelación apenas destaca en el conjunto del cielo. Allí, pero, residen algunas de las estrellas más especiales que pueden ver nuestros ojos, entre ellas Mira, la maravillosa variable que se enciende periódicamente como si fuera una candela en la noche. Compañera suya de constelación, la estrella Tau Ceti no destaca si la observamos por telescopio: la veremos como un puntito luminoso de color amarillento, pero no especialmente brillante. No es, ni siquiera, de las estrellas más bellas, pero su personalidad estelar tiene bastante importancia para el hombre, porque se trata de un alma gemela del Sol.

He marcado Tau Ceti en la constelación de la Ballena para que podáis localizarla, tiene una magnitud absoluta de 5,6.

Como alfa Centauri, a Tau Ceti le cabe el orgullo de ser una estrella cercana a nosotros con características prácticamente idénticas a las del Sol. Observada por el telescopio, podemos deducir que así es como veríamos al Sol si lo hiciéramos desde allí; prácticamente no habría grandes diferencias, porque nuestra estrella también sería un escueto punto de luz perdido en el espacio si nuestros ojos la atisbaran desde la distancia de casi 12 años luz que separa a ambas.

Los científicos no han sido ajenos a las señas de identidad de Tau Ceti. Algunos de ellos, como Frank Drake, se fijaron en ella para afrontar uno de los programas más serios realizados hasta la fecha para captar posibles señales de radio de alguna hipotética civilización extraterrestre, y aunque el proyecto no se tradujo en resultados concretos, nada permite descartar que esta monótona estrella de la constelación de la Ballena sea uno de los tesoros biológicos próximos al Sistema Solar.

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