Aislada en el espacio, la Tierra da vueltas sobre sí misma, aunque se tenga la impresión de que es el cielo el que gira alrededor de nosotros. Así todos los objetos celestes parecen describir círculos por encima de nuestras cabezas, incluida la Estrella Polar.
La Estrella Polar también gira
Ya se ha afirmado que se tiene la impresión de que los astros dan vueltas alrededor de la Estrella Polar en un movimiento lento y general que dura 24 horas (a ello se debe su nombre de «movimiento diurno»). No obstante, este hecho no es del todo exacto. La Estrella Polar también describe un pequeño circulo alrededor de un punto ficticio que los astrónomos denominan polo Norte de la esfera celeste. Este punto se encuentra sobre la prolongación del eje mismo del globo terrestre.
¿Quiere comprobarlo e incluso determinar su posición exacta? Dirija una cámara de 24 x 36 hacia la región polar, abra el diafragma al máximo y deje el obturador abierto durante 2 horas.
Si no tiene trípode,apoye correctamente la cámara en el suelo. En la fotografía resultante, las estrellas habrán inscrito unas estelas curvas concéntricas. Estas huellas forman una especie de arcos dispuestos en forma de corona; y la propia Estrella Polar designa aproximadamente la posición actual del polo Norte celeste.
Es mucho más dificil imaginar que en el extremo opuesto existe un polo Sur, justo por debajo de nuestro horizonte.
Pero, en realidad, nuestro planeta realiza su movimiento de rotación alrededor de ese eje norte-sur en 24 horas (o más exactamente en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos).
Así, el movimiento aparente de la esfera celeste se desarrolla en 86.164 segundos, el intervalo necesario para que una estrella vuelva exactamente al mismo punto de referencia terrestre. Se trata de la duración del «día sideral».
¿En qué sentido giran las estrellas?
Mire hacia el Sur, por encima del horizonte, y siga el lento desplazamiento de cualquier astro. Pronto comprobará que su movimiento se desarrolla en el sentido de las agujas del reloj, es decir, de izquierda a derecha. Por convención, los astrónomos dicen que este movimiento es «retrógrado». Un movimiento directo es el que se produce de derecha a izquierda, en sentido inverso a las agujas del reloj. La esfera celeste, en cambio, se desplaza de acuerdo con un movimiento retrógrado… porque la Tierra gira en el espacio en sentido directo. Otra cosa más; es fácil ver cómo salen los astros y después cómo se ponen, y se tiene la constatación de que las mismas estrellas volverán la noche siguiente.
¿No es evidente, entonces, que en ese intervalo, entre la salida y la puesta siguiente, esas estrellas pasarán por debajo de la Tierra?
¿Quién gira, el cielo o nosotros?
¿Por qué gira la bóveda celeste? Existen dos posibilidades. O bien la totalidad del cielo, es decir, todas las estrellas, tarda 24 horas en dar la vuelta alrededor de la Tierra, o bien es la propia Tierra la que, a| girar alrededor de su eje, como una peonza, hace que se tenga esta ilusión. Como la primera suposición ya parecía inverosímil en la Antigüedad, fue necesario admitir que la Tierra es una esfera aislada en el espacio, animada por un movimiento de rotación regular con una duración de 24 horas. Así, somos nosotros quienes giramos, lo mismo que ocurre con los objetos estelares, que también se desplazan a pesar de parecer estar fijos.
El cielo es un abismo
¿Qué es el cielo, según los astrónomos?
Pues bien, eI cielo es todo lo que existe fuera de la Tierra. Es el espacio sin límites, las estrellas, Marte, Júpiter y Saturno, eI Sol y la Luna, incluso nuestra propia Tierra, puesto que la Tierra es también un astro del firmamento (más exactamente, un planeta).
El astrónomo, en cambio, respondería de otro modo a esta sencilla pregunta. El cielo es el conjunto de las galaxias, y cada galaxia es, a su vez, una aglomeración de miles de millones de soles. Hasta la fecha, ni siquiera los telescopios más potentes han conseguido alcanzar el horizonte de este fantástico Universo.
En el Universo no existe «arriba» ni «abajo»
Para los habitantes de la Tierra, «abajo» es el interior del globo, y «arriba» es el exterior, es decir, el espacio que nos rodea. Pero como la Tierra da una vuelta completa sobre sí misma en 24 horas, lo que se encuentra por encima de nosotros a una hora determinada, está bajo nuestros pies 12 horas después (pero siempre en el cielo). Esto nos demuestra que nuestras nociones de «arriba» y «abajo» no son útiles a la hora de situar las estrellas, aunque estemos acostumbrados a llamar «abajo» a la superficie sobre la que ponemos los pies, y «arriba» o cielo al espacio situado por encima de nuestras cabezas. Así, ¿qué valor tienen estas nociones en el espacio?