Sobrevivir en climas extremos

Los humanos provenimos de las sabanas secas y calurosas de África, y hoy en día nos resulta más fácil aclimatarnos al calor que al frío intenso. Nos mantenemos frescos gracias al sudor: la temperatura de la piel desciende cuando la transpiración se evapora. En climas extremadamente fríos, la pérdida de calor del cuerpo puede provocar hipotermia: el descenso, en ocasiones fatal, de la temperatura del cuerpo provoca el colapso progresivo…