Historia de la constelación del Dragón

Una constelación de las más famosas debido al interés histórico que despierta su nombre, se trata del Dragón, también conocida como Draco;

El Dragón es una constelación larga y sin forma definida, que se enrosca alrededor del polo norte celeste. El único rasgo que cabe destacar es la cabeza, un asterismo con dos ángulos obtusos y dos ángulos rectos, formado por cuatro estrellas entre las que se encuentran: Rastaban y Eltanin. Esta configuración se encuentra al norte y un poco al oeste de Vega (de la constelación Lyra), y al norte de Hércules. El punto más álgido de esta constelación tiene lugar el 22 de junio.

Sus estrellas principales son;

Thuban, una estrella azul-blanca de magnitud 3,7. Alrededor dl año 2800 a.C., Thuban fue la estrella polar, pero actualmente ha sido desplazada debido a la precesión.

Rostaban, una amarilla de magnitud 2.4.

Eltanin, una estrella de color naranja que es la más brillante de la constelación, de magnitud 2.2 (Recuerdo que a menor magnitud más visibles son).

Historia mitológica de la constelación

En ocasiones se ha visto esta constelación como una serpiente, un hipopótamo, y en la antigua India, como un cocodrilo o un caimán. La imagen que se emplea actualmente tiene su origen en Mesopotamia, donde adoptaba la forma de un dragón alado que, sin embargo, era más grande que la constelación actual porque se extendía hasta la cabeza de la Osa Mayor. Sin embargo, el filósofo griego Tales (siglo VI a.C) le amputó las alas al dragón para convertirlas en la constelación de la Osa Menor, y desde entonces no ha vuelto a volar.

En una de las historias, Draco representa al dragón que mató a los hombres de Cadmo, enviados a la fuente de Ares a buscar agua. Cadmo mató al dragón y sembró sus dientes en la tierra. De los dientes brotaron hombres armados, «los hombres sembrados» o espartas, ancestros de los tebanos.

En otra de las versiones, Draco es el dragón Ladón, muerto por Heracles (Hércules en la mitología romana). Cuando Heracles estaba sujeto a su voto de obedecer las órdenes de Euristeo, se le encargó que robara las manzanas de oro del árbol de Gea, la diosa Tierra, que había regalado a Hera cuando ésta se desposó con Zeus. Las Hespérides , hijas del titán Atlas, habían cultivado el árbol, y el dragón Ladón, siempre vigilante, lo custodiaba. Nereo, el viejo sabio del mar, advirtió a Heracles que no debía coger las manzanas él mismo, sino que debería buscar la ayuda del titán Atlas. Heracles disparó una flecha al interior del jardín que mató al dragón y, de este modo, le abrió el paso a Atlas, que pudo coger las manzanas. Airada por la muerte del dragón, Hera colocó la imagen de Draco en el firmamento.

Otra imagen griega para Draco es la del dragón que combatió al lado de los titanes cuando luchaban contra los moradores del Olimpo. Al cabo de diez años de batalla, el dragón se enfrentó a la diosa Atenea (Minerva en la mitología romana). La diosa cogió a la bestia por la cola y la lanzó al cielo. Mientras volaba por los aires, se le hicieron nudos en el cuerpo y quedó atrapada alrededor del polo norte celeste, donde el aire era tan frío que el dragón se congeló y no pudo escapar de su posición circumpolar (alrededor de la estrella polar).

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