Elección y uso de los prismáticos
Si deseáis contemplar las maravillas del cielo más de cerca, los prismáticos ofrecen un billete económico a las estrellas. Son más baratos y más sencillos de usar que un telescopio de grandes aumentos.
Los telescopios son el símbolo de la observación astronómica. Pero, sorprendentemente, la mayoría de los aficionados con experiencia recomienda no adquirir un telescopio como primera pieza del equipo. Aunque los telescopios ofrezcan grandes aumentos, esa misma potencia dificulta apuntar con ellos. Con prismáticos resulta muy fácil localizar objetos celestes, gracias a sus aumentos reducidos, amplio campo de visión y a que muestran las imágenes derechas (algunos telescopios dan la vuelta a la imagen). Si se dedica un año a explorar el cielo con prismáticos se adquiere una preparación mejor para encontrar más tarde los objetos con un telescopio.
Lo que se puede ver
Muchos aficionados principiantes se sorprenden de la cantidad de objetos que pueden verse con prismáticos. Las observaciones con prismáticos y desde un lugar oscuro ponen a nuestro alcance cúmulos estelares brillantes, bastantes nebulosas, varias galaxias (entre ellas la bella galaxia de Andrómeda) y muchas regiones repletas de estrellas a lo largo de la Vía Láctea.
Los prismáticos llegan a mostrar también los satélites de Júpiter y los cráteres lunares mayores. Los grandes cometas suelen verse mejor con prismáticos, así como los eclipses de Sol y de Luna y las conjunciones de la Luna y los planetas en el crepúsculo.
Modelos aconsejables
Los prismáticos portan identificaciones numéricas del tipo 7 x 50. El primer número representa los aumentos (en el ejemplo 7). Hay modelos que ofrecen hasta 16 x 20 aumentos, pero tanta potencia acarrea inconvenientes, porque el campo de visión se reduce y dificulta localizar objetos, y la vibración de las manos emborrona las imágenes.
El segundo número corresponde a la abertura de las lentes frontales, en milímetros. En comparación con modelos más pequeños de 35 o 42 mm de abertura, los binoculares de 50 mm ofrecen imágenes más luminosas, algo fundamental cuando se persiguen objetos débiles en el cielo nocturno. Aunque el mercado ofrece prismáticos mayores, con lentes de hasta 60 x 80 mm, son muy pesados y cuesta sostenerlos. La mejor elección consiste en un par de 7 x 50 o de 10 x 50. Ambos ofrecen un buen equilibrio entre aumento, luminosidad de la imagen y ligereza. Hay que evitar los prismáticos de foco fijo y los que poseen aumentos variables (zoom), porque ofrecen imágenes de calidad insuficiente cuando se trata de observar objetos de aspecto puntual como las estrellas.
Relieve ocular
Una especificación muy importante para muchos usuarios es el relieve ocular, esto es, la distancia que debe mediar entre los ojos y los oculares para ver el campo completo. Los observadores que usen gafas para ver de lejos pueden encontrar más cómodo llevarlas puestas durante la observación con prismáticos. En ese caso hay que elegir binoculares con al menos 18 o 20 mm de relieve ocular, y con oculares terminados en solapa de goma replegables.
Los modelos con estas características dejan bastante espacio entre el ocular y el ojo para que éste quede a la distancia adecuada para ver todo el campo, incluso con las gafas interpuestas. Si no se usan gafas, al extender las solapas de goma los ojos quedan de nuevo a la distancia correcta.
Campo de visión
La mayoría de los prismáticos de 7 aumentos ofrece un campo de vista de 7 grados , suficiente para abarcar la caja del Carro en la Osa Mayor, o toda la Cruz del Sur. Los modelos de 10 o más aumentos poseen campos de visión menores, tal vez de 5 grados, todavía adecuados para proporcionar imágenes impresionantes del cielo.
Algunos prismáticos tienen marcado el campo que cubren en grados, aunque en ocasiones no lo dan en grados, sino en metros abarcados a 1000 m de distancia. En estos casos, divida el campo que abarcan a 1000 m entre 17,5 para obtener el campo en grados.
Hay prismáticos dotados de oculares de campo amplio que proporcionan campos mayores de lo normal, quizá 7 o 10 grados para modelos de 10 aumentos. La calidad de imagen se resiente a veces en estos modelos, que muestran estrellas distorsionadas en los bordes del campo. Estos oculares suelen reducir también el relieve ocular. Si se buscan unos prismáticos con un relieve ocular cómodo, campo amplio e imágenes de calidad, hay que pagar precios más altos.
Tipos de prisma
Existen dos tipos de prismas para binoculares. Los prismas de Amici dan al aparato la forma de una H con lados rectos (prismáticos de la izquierda). Los prismas de Porro confieren a los prismáticos el perfil clásico en zigzag, o en forma de N (prismáticos de la derecha). Para usos astronómicos suelen ser preferibles los prismas de Porro. Los modelos baratos dotados de prismas de Amici pueden inducir molestos destellos en forma de puntas en las estrellas brillantes, aunque los modelos de calidad dan buenos resultados. Los binoculares con prismas de Porro fabricados en vidrio BAK4 ofrecen campos mejor iluminados que los productos con el vidrio BK7, más barato.
Un apoyo firme
Los prismáticos ofrecen imágenes mejores cuanto más estables se sostengan. Así podrán apreciarse estrellas más débiles y detalles más finos. La manera más simple para asegurarse de ello consiste en sentarse en un sillón y apoyar los codos en los brazos del asiento sosteniendo los binoculares entre las manos. Una alternativa mejor consiste en acoplar los prismáticos a un trípode fotográfico, siempre que el trípode sea lo bastante sólido.
Los trípodes ofrecen firmeza, pero dificultan la observación de las áreas más altas del cielo. Para obtener vistas más cómodas de las regiones más elevadas, pueden buscarse soportes con brazos voladizos, que sostengan los prismáticos apartados de la vertical del trípode, de manera que el observador pueda colocarse debajo de los binoculares.
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