Encédalo: Luna de Saturno

Después de Mimas, la siguiente luna de cierto tamaño más próximo a Saturno es Encelado, un pequeño mundo helado que se hace más intrigante con cada nuevo secreto que revela. Hoy día, algunos astrónomos dicen incluso que este mundo brillante y profundamente helado puede ser el refugio mas probable para la vida en el sistema solar aparte de la Tierra.
Encélado mide apenas 512 km de diámetro y orbita a 238.000 km de Saturno. A pesar de su pequeño tamaño, es sorprendentemente brillante; de hecho, posee el albedo (indice de reflexión de la luz) más alto de todas las lunas del sistema solar.
Las imágenes de las sondas espaciales Voyager revelaron una superficie blanca con una sorprendente escasez de cráteres, clara señal de que actúa alguna fuerza que vuelve a alisarla. Aunque esta luna no presenta signos de una corteza de «banquisa de hielo», como la del satélite joviano Europa, el material de su superficie es hielo, sin duda, y todo el globo parece recién cubierto por una capa de nieve fresca.
En 2005, la sonda espacial Cassini realizó una aproximación a Encélado y pasó a apenas 175 km de la superficie. Mientras las cámaras se afanaban en registrar detalles de la superficie, otro de los instrumentos captó indicios de una débil atmósfera en torno al satélite, con trazas de dióxido de carbono, metano y vapor de agua. Unos meses más tarde, las cámaras de a bordo captaron una imagen asombrosa de la silueta de Encélado con un penacho de gas que surgía del hemisferio sur y reflejaba la luz del distante Sol. Era este penacho el que Cassini había atravesado sin saberlo.
Ahora, el origen del penacho se ha atribuido a un misterioso patrón de «rayas atigradas», de color azul claro, que se extiende por el hemisferio meridional. Con una temperatura de -180 °C, estas rayas están 20 °C más calientes que el hielo del entorno y su forma sugiere que se han abierto cuando algo ha dilatado la superficie del satélite.
Parece que las grietas se han cerrado mediante agua dulce procedente del interior de Encélado, pero se reabren periódicamente, permitiendo que material de ese interior hierva y se pierda en el espacio, para volver a la superficie en forma de una nieve clara que cubre la mayoría de los accidentes del terreno más antiguos.
No existen indices de la existencia de un océano global en Encédalo, parece más probable que el material de los penachos proceda de canales de agua líquida que corren inmediatamente por debajo de la superficie, calentados por actividad volcánica, tal vez. Con todo, para que hoy sobreviva agua líquida en alguna parte de Encédalo, esta pequeña luna tiene que haber mantenido de algún modo el calor interno desde su formación.
¿Cómo hace, pues, Encelado para romper todas las reglas de los pequeños satélites helados? Las mediciones de la densidad apuntan a que contiene más roca y menos hielo que una típica luna helada, por lo que los elementos radiactivos de la roca pueden haber contribuido a que se mantenga más caliente de lo esperado. Sin embargo, la causa más probable, tanto del imprevisto calor superficial de Enceledo como de esas «rayas atigradas», vuelve a ser la acción de las mareas gravitatorias. En este caso, sin embargo, el planeta padre no es el único culpable: el pequeño satélite esta atrapado en un juego de la soga gravitatorio entre varios de los satélites exteriores, de mayor tamaño, que compiten en tirar de su superficie y de su interior en una dirección y en otra.
Sin embargo, la mayor sorpresa de Encelado tal vez sea la inmediatez y accesibilidad del agua que contiene. Algunas de las rayas atigradas pueden haberse formado en las últimas décadas y los canales de agua corren apenas unos metros por debajo de la superficie. Compárese esto con los océanos de las lunas de Júpiter, encerrados durante miles de millones de años bajo kilómetros de hielo. Ésta es una de las razones por las que Encélado parece un anfitrión más probable que Europa, incluso, para albergar vida primitiva: si la luz del Sol es un componente fundamental en la ecuación de la vida, el agua de Encélado, incluso oculta en sus canales helados en este lejano mundo del sistema solar recibirá mucha más que el océano del satélite joviano.

Encélado: Luna de Saturno

Más datos sobre Encélado

Máxima proximidad a Saturno: 237,1 Miles de kilómetros.
Distancia máxima a Saturno: 239,0 Miles de kilómetros.
Diámetro: 512 Kilómetros.
Masa: 2×10^-5 Tierra.
Periodo orbital: 32,9 Horas.
Temperatura media en superficie: -198 ºC.
Gravedad media en superficie: 0.012 Tierra.

 

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