Observación del Sol

Lo primero que se debe tener en cuenta es:

– Nunca debe mirarse al Sol con prismáticos o a través de un telescopio sin filtro.
– Su visibilidad: las manchas solares se aprecian mejor en épocas de máxima actividad solar (cada 11 años).
– Su magnitud aparente: -26.7.
– Su tamaño aparente: unos 31 minutos de arco.
– Su diámetro es de: 1.392.000 km.

EL aspecto del Sol al anochecerSiempre que se observe el Sol hay que utilizar una protección adecuada. De otro modo, la luz no filtrada podría cegarnos en
fracciones de segundo. Para observar el Sol con seguridad conviene emplear un filtro que se ajuste a la abertura frontal del telescopio (los filtros solares que se acoplan al ocular no son seguros y, por tanto, deben descartarse). No hay que olvidar cubrir el buscador para evitar quemar algo o a alguien por accidente. La pantalla de protección solar constituye una alternativa a los filtros.
La superficie solar, o fotosfera, muestra muchos rasgos al telescopio.
Con grandes aumentos presenta un aspecto granulado, como si fuera harina de avena. Los gránulos son células de gas caliente en ascenso y los menores miden 1.000 km. Las zonas brillantes y amplias denominadas fáculas se observan mejor cerca del limbo solar, el cual siempre parece algo más oscuro que el resto del disco.

Sin embargo, los rasgos principales los constituyen las manchas solares. Se trata de lugares donde el campo magnético solar se retuerce lo suficiente como para bloquear el flujo normal de calor. Por tanto, las manchas son zonas más frías y, en consecuencia, más oscuras.Manchas solares
En ocasiones poco frecuentes las manchas solares se hacen tan grandes que llegan a apreciarse a simple vista (hay que usar un filtro solar, no obstante). Las manchas solares están fuertemente magnetizadas y surgen y se desvanecen siguiendo un ciclo de 11 años. El último registro máximo de manchas solares ocurrió en 2000-2001.
A veces la actividad magnética provoca erupciones conocidas como fulguraciones, que lanzan al espacio multitud de partículas cargadas. Las fulguraciones más potentes perturban la ionosfera terrestre e inducen tormentas magnéticas y auroras polares.
La corona, la atmósfera exterior del Sol, posee una temperatura de millones de grados, pero es tan tenue que sólo puede observarse durante los eclipses solares totales.

Los filtros solares normales permiten ver el Sol habitual, en «luz blanca». Para captar más detalles de la actividad solar, algunos observadores compran filtros especiales que aíslan la luz de bandas estrechas de longitud de onda, normalmente la banda
hidrógeno-alfa (656.3 nm).Tales filtros revelan protuberancias y otros detalles superficiales.

 

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