Enanas negras: estrellas invisibles muertas

Cuando una estrella se convierte en enana blanca ya no tiene ninguna fuente de calor interna, pero sigue brillando por la temperatura que aún conserva. Una enana negra es una enana blanca que se ha enfriado por completo porque todo su calor ha pasado al universo que la rodea, lo que se conoce como fondo cósmico de microondas, que está a unos 2,7 Kelvin.

Las enanas blancas emiten calor por radiación térmica pero lo hacen muy lentamente, ya que sus electrones están muy juntos, lo que les convierte en excelentes conductores del calor y evita que la estrella colapse. Así, una enana blanca que haya nacido en los inicios del universo (hace 13.700 millones de años) hoy conserva aún calor y por tanto no se habrá convertido todavía en enana negra. Se calcula que para que una enana blanca se enfríe por completo necesita 73.000 veces la edad actual del universo.
Por eso, a diferencia de las enanas blancas, rojas y, marrones, las negras aún no se han observado. De hecho, una enana negra no emitiría ninguna radiación, por ello seria invisible y sólo podríamos localizarla por su gravedad.

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